Guía paso a paso: sesión de fotos en Monza

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Lo confirmamos. La historia detrás de estas fotos incluye sudor, gritos e improvisación. Pero antes de llegar a los trípodes atados con cinta adhesiva y a unos pequeños detalles del seguro que se nos escaparon, vamos a ofrecer un poco de contexto.

White Polestar 2 with black stripe across the car driving on the Monza race track.

En medio de un espeso bosque y grandes campos de hierba se yergue el imponente Autodromo Nazionale di Monza. Construido en 1922, es el circuito más antiguo de Europa continental, aunque seguramente lo conozcas por alojar el Gran Premio de Italia de Fórmula 1. En él se concentran el rugido de los motores, los gritos de aficionados y mucha goma quemada. Cuando llegamos el viernes por la mañana temprano, el silencio y las pistas vacías representaban la calma antes de la tempestad.Siempre se ha dicho que para los italianos, los coches son tan importantes como la moda, la comida, el fútbol, el arte o la arquitectura. Forman parte de su cultura. Ferrari es, sin duda, la marca más conocida. Como dijo su fundador, Enzo Ferrari: "Pídele a un niño que dibuje un coche y seguro que lo pintará de rojo". Para algunos, el típico automóvil italiano con un color y sonido llamativos contrasta con nuestra línea. Italia es el último mercado en el que hemos clavado la bandera Polestar, pero ¿nos encontramos en un territorio aún por explorar?El motivo de nuestra visita era tanto de negocios como de placer. Por tercer año consecutivo, el salón internacional del automóvil MIMO se celebraría en este emblemático circuito. Se trata de un festival con más de 50 stands que celebra la excelencia automovilística de todo el mundo. Nos plantamos allí con el objetivo de mostrar cinco de nuestros coches y, al ser nuestro primer evento en Italia, averiguar también lo que los italianos pensaban de ellos.El director general de Polestar Italia, Alexander Lutz, subrayó la importancia de participar en este tipo de citas: "No hay mejor lugar para comprobar el rendimiento de un producto automovilístico que un circuito". Aunque no es el uso que la mayoría de la gente le dará a su Polestar, lo importante es saber que, si quieren dárselo, pueden hacerlo. Lutz afirma: "Es como cuando entras a la ducha y te quitas el Omega Speedmaster resistente al agua hasta 100 metros. Hacer recados en un Polestar con cualidades de coche de carreras es toda una experiencia".

Bird's-eye view of the parking lot at Monza showing colourful cars and people.

Pero ¿cómo destacar en medio de una marea roja? Aquí tienes nuestra guía paso a paso para conseguir la fotografía perfecta en un circuito de carreras. Con más de 30 °C y ni una nube a la vista, el hormigón del circuito se convirtió en un auténtico hervidero. A medida que entraba el mediodía, los ruidos de los motores y los transeúntes al borde de la deshidratación te hacían sentir como en una versión italiana de Mad Max. El escenario perfecto para llevar a cabo una sesión de fotos improvisada. Así que te aconsejamos esperar a sentir algo de deshidratación y una ligera fatiga antes de una sesión de fotos. Ese sería el paso número uno. El segundo paso es contar con el menor tiempo posible de preparación. Aquella misma mañana ni siquiera sabíamos si podríamos hacerlo. Después nos dimos cuenta de que nos sobraban un par de minutos de los 40 que teníamos asignados. Fue unas horas antes de entrar al circuito de Monza. Este paso del proceso se define por la cantidad de cosas que hay que hacer antes de una sesión de fotos y de conducir por el circuito de Monza.Primero, necesitas una cámara car. Preferiblemente, algún tipo de furgoneta cuyas puertas traseras se abran de par en par, lo que facilita y hace más seguro el trabajo de quien opera la cámara. En segundo lugar, necesitas planificar cómo circularán los dos coches por la pista. Por ejemplo, algunas curvas requieren más distancia entre la cámara car y el coche modelo para conseguir la foto perfecta, mientras que otras funcionan mejor con primeros planos.Pero había un problema. No teníamos furgonetas. Lo que sí teníamos era un equipo de improvisadores muy resolutivos. Gracias a los 1095 litros de maletero con los asientos abatidos, un Polestar 2 hizo las veces de cámara car. Para garantizar que el maletero no se cerrara al volar por la pista, se reforzó el portón trasero con una pata de trípode pegada con cinta adhesiva que lo mantenía abierto (no negarás que es ingenioso). ¿Y la planificación? No había tiempo de briefings, así que los sustituimos por unas cuantas palmadas de ánimo en la espalda y comentarios positivos. Después llegó la hora del espectáculo.Nos quedaban unos 7 minutos de tiempo de pista, así que nos metimos en la calle de garajes con nuestra improvisada cámara car y el Polestar 2 BST edition 230 en color Nebula. La primera foto fue desde las gradas, encima de la pista. Como solo teníamos un fotógrafo, ya estaba allí preparado esperando a que llegara el coche. Cuando consiguió la foto perfecta, se bajó a la calle de garajes. Recorrió a toda velocidad tres tramos de escaleras y un laberinto de pasillos.Quedaban 5 minutos cuando apareció cargado con todo el equipo y moviéndose lo más rápido posible.Pero antes de saltar a la cámara car, visualizó otra foto icónica en aquella misma calle de garajes de Monza. A pesar de los gritos y el aumento de decibelios en nuestra conversación por walkie-talkie, tomó unas fotos espectaculares. Al acabar, el fotógrafo saltó al maletero de la cámara car con la agilidad de un doble de acción. Empezaba lo bueno.Quedaban menos de 3 minutos cuando los dos Polestar arrancaron motores. El BST edition 230 le seguía de cerca mientras el fotógrafo rodaba por el maletero como una bolsa de la compra sin sujetar. Tras una vuelta, sacaron la bandera roja y los coches volvieron a la calle de garajes. Lo que normalmente supone muchos días de trabajo se había logrado en cuatro minutos. Misión conseguida.

01/05

Eso fue todo. Tres días enteros en el Autodromo Nazionale di Monza nos sirvieron para comprobar el amor de Italia por los coches y nos permitieron mostrar nuestra visión del futuro de la movilidad eléctrica. Un pequeño paso para Polestar, pero un gran salto para el futuro de la automoción.

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